Entendimos el propósito de nuestras
Vidas por el cual fuimos creados
Mi trofeo no se olvida jamás.
Prometí amar al otro como a mí mismo
Aprendí a dejar el odio Aprendí a rancar el odio de todo.
Se que ya no dependo hoy del pasado
y enfrento al miedo bajo mil pies estoy hundido y nadie puede ahogarme.
No es el sonido lo que me impide dormir son plegarias que no me canso de repetir. Vendrás, gigantes caerán, vendrás, no volveré a callar!